Este texto va especialmente dirigido a las familias que asistan a los talleres de Libros en familia. En algún momento lo publiqué pero no consigo recuperarlo, así que mientras está el blog nuevo, aquí va para que esté bien a mano.
Por Mariel
Ortiz y Estrella Escriña
Todas las historias de lectura están de alguna
manera relacionadas con un mediador. Un adulto que en algún momento nos puso en
contacto con los libros, nos contó historias.
Durante el taller reflexionaremos sobre nuestro
papel como mediadores, sobre qué cosas podemos hacer para acercar a nuestros
hijos a los libros.
Curiosamente, una de las cosas más importantes que
podemos hacer no tiene nada que ver directamente con los objetos que
denominamos libros: contar cuentos.
Escuchar cuentos desde la primera infancia es muy
importante por varias y diversas razones.
1.
Las historias son organizadoras del pensamiento. Levi-strauss las consideraba una estructura fundamental
del pensamiento humano.
Si pensamos por un momento en
cómo explicamos algo que nos pasó, cómo entendemos y razonamos nos daremos
cuenta que todo eso lo explicamos como pequeñas historias.
2. El escuchar historias es una importante generadora de
imágenes, un elemento determinante para la alfabetización activa. Cada vez más
se habla del problema de la analfabetización pasiva: gente que sabe leer pero
que no entiende lo que lee.
Un experimento llevado a cabo
en Inglaterra ( Wells, 1986) estudió las conductas de un número de niños y
cuales de aquellas elementos tenían relevancia a la hora de aprender a leer.
Cuatro elementos fueron tenidos en cuenta: si los niños en sus casas, miraban
libros y hablaban de ellos, escuchaban historias, dibujaban y coloreaban y
escribían o pretendían escribir.
De los resultados se
desprendió que escuchar historias era el único factor que realmente ayudaba a
la adquisición de la lectura y la escritura.
Parece entonces que escuchar historias es
fundamental para crear futuros lectores, pero muchas veces la pregunta es ¿Qué
historias?
La respuesta es muy sencilla: aquellas que nos
gusten mucho
Solo si nosotros disfrutamos contando
la historia, podremos crear una situación placentera con nuestro hijo.
Y en este sentido las historias familiares, las
anécdotas son fundamentales. Por un lado porque aquellas historias que
hemos vivido, que nos han pasado por adentro, se cuentan de una forma diferente
cargadas de emotividad y sentimiento.
Por otro lado y como dice Aidam Chambers ‘nos
sorprendería descubrir lo difícil que resulta contestar a las preguntas ¿quién
eres tú? Y ¿Cómo sabes eso de ti? Sin recurrir a una serie de anécdotas que
provienen de cuentos contados por otras personas como padres, abuelos, amigos o
vecinos. A la larga, nos vamos dando cuenta de que nuestra identidad se
construye en gran medida a partir de los cuentos que los demás y nosotros
mismos vamos contando’.
Wells, G. (1986). The meaning makers: Children learning language and
using language to learn, Portsmouth, NH, Heinemann